martes, 20 de febrero de 2007

Deseos a la orden pública

Muéstrame un hombre completamente satisfecho y te mostraré un fracaso”.
Tomas Edison

Con motivo de fin de año y de año nuevo, es tradición en nuestra cultura hacer un balance del año que termina y nos proponemos alcanzar los retos que nos quedaron pendientes. También establecemos nuevos propósitos que nos guiarán en el año que inicia. La verdad, tengo la impresión de que este hábito de planear requiere de algo más que buenos deseos, no es suficiente que tengamos como propósito bajar de peso, ganar más dinero o en general que nos vaya mejor.

Estos propósitos normalmente quedan como eso, la vida sigue de manera inexorable. Al paso de los años renovamos nuestros propósitos y normalmente seguimos viviendo como siempre; el resultado al final del año es casi parecido al anterior y nos acostumbramos a vivir en ese espacio de comodidad que en forma imperceptible vamos construyendo sin darnos cuenta. Pero hay ocasiones en que no estamos conformes con nuestros logros, renegamos y refunfuñamos por todo y contra todos, pero no tomamos la responsabilidad de querer cambiar, no aceptamos los riesgos de decidir y asumir las decisiones que son necesarias para lograr un cambio.

Al leer la frase de Tomas EdisonMuéstrame un hombre completamente satisfecho y te mostrare un fracaso” no me quedó más que aceptar que no estoy satisfecho y para donde uno vea observará que son muchos los retos que tenemos, son muchas las cosas que pensamos que debemos de cambiar y con el mejor ánimo, sin llegar a ser el clásico cascarrabias que se enoja por todo y contra todo; es bueno hacer esta aclaración, por que estos diálogos tienen como pretensión hacer reflexiones que nos ayuden a ser mejores, a no dejar que la comodidad y la satisfacción sea absoluta, porque en realidad eso es el comienzo de una vida que concluye o una vida que no ha encontrado el sentido como señala Víctor Frank (autor del libro: el Hombre en busca de Sentido) y la responsabilidad de nuestra vida es ser felices y aprender a disfrutar lo que tenemos, pero siempre en pie de lucha buscando nuevos horizontes, nuevos proyectos que nos llenen de adrenalina y nos hagan sentir el contraste de la vida que es precisamente lo que nos enseña a gozar y ser felices.

Nuestros retos pueden ser básicamente en dos ámbitos, en lo privado y en lo público; en esta ocasión me gustaría expresar algunos propósitos en el área pública.

Quisiera contribuir a formar una cultura donde se comprenda el orden jurídico y cada vez mayor número de gente asuma el compromiso de conocer y promover un estado de derecho, que cada uno en su ámbito cumpla con aportar su granito de arena para entre todos construir un país con menos desequilibrios y desigualdades.

Que nuestros diputados comprendan cual es su función y que la definan en los reglamentos que regulan sus actividades.

Que acepten que su responsabilidad es servir, no servirse y que se pongan a legislar. Tienen un gran compromiso con sus representados, debe adecuar todas las leyes a los tiempos modernos. No deben perder el tiempo en hacer obras o gestiones que de acuerdo a su función no les corresponde. No debe de perder la oportunidad de hacer bien lo que se espera de ellos. Somos conscientes de que la mayoría de los diputados quieren aprovechar su escaño para proyectarse y tener la oportunidad de seguir una carrera en el servicio público.

Que los cambios que se deben hacer en el área del poder judicial se hagan, tomando en cuenta a quienes estamos laborando en esta área. Todos estamos consientes que es necesario hacerlos, que las leyes deben adecuarse a los tiempos que estamos viviendo y a las exigencias de la globalización que finalmente se quiera o no hay que cambiar insertándonos en la economía mundial. Espero que la iniciativa que se está promoviendo en este tema de los juicios orales llegue a buen fin, sin apresuramientos, pero sin quitar el dedo del renglón que se nos consulte primero a los que aquí vivimos, que no se pretenda aplicar las experiencias de fuera sin evaluar la opinión local.

Es seguro que todos tenemos algo que aportar para construir y lograr que podamos vivir en un lugar donde nos podamos sentir orgullosos de ser parte, son tiempos en los que es importante expresar nuestras opiniones, de manera que nos daría mucho gusto conocerlas, es tiempo de asumir nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan como queremos la mayoría o usted qué opina ¿seguimos permitiendo que se tomen decisiones en al área pública en contra de nuestros intereses?

Mi deseo es que la transparencia cada vez sea mayor, que haya cero impunidad de funcionarios públicos y un respeto a los derechos de los mexicanos y a nuestras instituciones.

Lic. Francisco Javier Mejía Cisneros
Ced. Prof. 484083
Consultor Jurídico & Abogado
abogadofjmejia@empresasonorense.com

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