Fuente: Suplemento Construcción El Economista 10-1-2007Iniciamos un nuevo año y también una nueva etapa en la vida nacional. Al año electoral debe sobrevenir una etapa de definiciones y acciones que nos permitan consolidar el desarrollo de México.
Necesitamos trabajar arduamente para llegar a ser una comunidad equilibrada socialmente, donde los beneficios del desarrollo alcancen a toda la población. Mucho se hace referencia a la noción de los dos Méxicos, uno desarrollado y otro México con amplios rezagos sociales. Necesitamos revertir esta condición urgentemente.
En este propósito, la reactivación de la economía nacional y de las regiones tiene un papel fundamental para generar los bienes sociales requeridos. En este orden de ideas, el desarrollo de la infraestructura es un componente fundamental de una estrategia de crecimiento económico que comprenda la generación de empleos, la distribución del ingreso y la elevación de la competitividad que sitúe a México en posibilidad de competir ventajosamente en el mundo globalizado, pero especialmente, que tengamos una morada nacional con calidad de vida para los mexicanos.
En este contexto, el Presidente de la República ha planteado la necesidad de convertir este sexenio que inicia en el de la infraestructura, con el ofrecimiento de conjuntar esfuerzos para que el país cuente con una inversión sin precedente en este importante rubro.
Asimismo, el titular del Ejecutivo Federal ha señalado la necesidad de hacerlo en un esquema de planeación de largo plazo y mirando hacia las necesidades de las regiones.
Estos planteamientos coinciden plenamente con los de los constructores de México, quienes por años hemos dicho que el mejor sustento de nuestro desarrollo económico es contar con una infraestructura suficiente y funcional.
En este sentido, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción ha iniciado una colaboración con el proyecto de Felipe Calderón al elaborar el Proyecto de Gran Visión en Infraestructura, a partir de una amplia convocatoria, donde expertos, académicos y gobiernos municipales de las cinco mesorregiones del país han participado para plantear necesidades para el desarrollo de la infraestructura del país en los próximos 25 años.
La realización de estos proyectos requieren la continuidad de esta conjunción de esfuerzos públicos y privados. De hoy en adelante tenemos que participar todos los actores involucrados en estas tareas: gobiernos, legisladores, empresarios y expertos. Sólo de esta forma lograremos ponernos al día para competir internacionalmente y lograr una mejor calidad de vida.
México no será un país de oportunidades perdidas. Estoy seguro que con la confluencia del compromiso, el esfuerzo y la creatividad de todos los mexicanos, construiremos un mejor país.
Netzahualcóyotl Salvatierra López
Presidente Nacional de la CMIC
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